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Fulbright primera en el hemisferio occidental en recibir aplicaciones para becas

 

Hablamos con Adriana Gaviria Duque, Directora Ejecutiva de Fulbright Colombia, una líder que ha colocado a la Comisión en los más altos estándares de gestión en toda su historia. Su inevitable pasión por la educación y el servicio a los demás ha influido notoriamente.

En la actualidad la Comisión Fulbright recibe por lo menos 1000 solicitudes de becas al año.

Por cierto, aún están vigentes las postulaciones a becas para iniciar estudios de posgrado en Estados Unidos en el 2020. www.fulbright.edu.co

Bogotá D.C., marzo de 2019. Cuenta Adriana Gaviría Duque, Directora Ejecutiva, que “la Comisión Fulbright más que dar becas a la gente, es una comunidad que potencia talentos que transforman la realidad en Colombia y en Estados Unidos, pues el proceso no se queda en otorgar una beca sino en cómo el conocimiento adquirido durante el periodo de estudio, se pone al servicio de una nación o del mundo entero”.

Formada bajo parámetros de librepensamiento, ayuda al prójimo y la concepción de que la educación es el verdadero legado, la Economista y Antropóloga colombiana Adriana Gaviria Duque ha logrado durante cuatro años apoyar la transformación de cientos de colombianos que han conquistado su sueño de formarse en las mejores universidades de Estados Unidos con una beca Fulbright, y estadounidenses que han conseguido estudiar y trabajar con comunidades de 25 departamentos de Colombia.

Su decidido liderazgo ha influido notoriamente en los estándares de gestión que ha tenido la Comisión en los últimos años. “Nunca la Comisión Fulbright Colombia había duplicado el número de becas otorgadas ni había liderado el ranking de los países con más aplicaciones a becas en el hemisferio occidental”, refiere.

Al llegar a Fulbright su meta ha estado enfocada en tres aspectos fundamentales:

  1. Aumento de las becas. En 2015 se otorgaron 123 becas tanto para estadounidenses como para colombianos y este año 2019, estamos entregando 256 becas. “Hemos más que duplicado las becas. Cada beca afecta a una vida con un entorno, con un circulo familiar, con unas instituciones que se van a ver positivamente afectadas y un a país que lo está acogiendo tanto en la llegada como en la salida. Una beca es la transformación de una vida y sus generaciones”. “Nosotros estamos recibiendo solo para posgrado 500 aplicaciones al año para dar alrededor de 70 becas”, agregó.

 

  1. Diversificar y descentralizar las becas para que representen mucho mejor a Colombia: en las regiones hay diferentes disciplinas y ciencias. De esta manera, “fortalecimos las becas para afrocolombianos  y creamos la beca para líderes indígenas; y en la traída de estadounidenses pasamos de estar en cinco departamentos a 25 de todo Colombia, cubriendo un 80% del territorio nacional”. Por primera vez pusimos becarios Fulbright estadounidenses en departamentos como Amazonas, Norte de Santander, Huila y Cesar y eso tiene un poder enorme porque los estamos poniendo en universidades de región donde pocas veces iban expertos extranjeros a estar con ellos un semestre o un año académico y eso es dar oportunidades a los colombianos que están en región”.

 

  1. Creación de una Comunidad de exbecarios Fulbright: explica que “más que dar becas es una comunidad que potencia talentos que transforman la realidad en Colombia y en Estados Unidos. ¿Qué pasa con ese año de estudio?, ¿qué es lo que ese individuo puede hacer con su país y su entorno? Es así como creamos una coordinación para exbecarios, para acercarnos mucho más a ellos y saber qué están haciendo, encontrarnos más y ofrecer espacios para que nos compartan su conocimiento y hacerlo visible con la comunidad en Colombia.

 

La vida la preparó para liderar Fulbright Colombia

Adriana Gaviria Duque nació en Bogotá un 20 de marzo de 1977. Es la segunda de un hogar de tres hijos, de cuyos padres (él, ingeniero de petróleos y ella, delineante de arquitectura y ama de casa), recibió su mayor herencia: “la conciencia de que la educación es la mayor herencia que pueden dejar los padres a los hijos”.

En su infancia se formó en el colegio Santa Francisca Romana, una institución que le enseñó entre muchas cosas el valor de la educación como criterio de libertad y ayuda al prójimo. A sus 18 años, siendo la única en su familia en cruzar el Atlántico, decidió estudiar un año de francés en Nantes (Francia). A sus 19 años ingresa a la Universidad de Los Andes a estudiar Antropología en donde también se topa con el fascinante mundo de la Economía, cuyas carreras decide estudiar de manera paralela apoyada por su interés y trabajo como asistente de investigación del Centro de Estudios de Desarrollo Económico CEDE de la universidad.

Culmina sus pregrados y viaja a Barcelona (España) a estudiar una maestría en Cooperación y Desarrollo en la Universidad de Barcelona,  en donde hace su pasantía en la Fundación Un Sol Mon (organización del Banco de Catalunya), en donde se queda trabajando un año y aprende, entre muchas cosas, todo acerca de microcréditos para comunidad migrante, microfinanzas y ayuda los necesitados, que 10 años más tarde se convierte en el tema de su tesis doctoral sobre Políticas Públicas Urbanas de la Universidad The New School en Nueva York, estudios que desarrolló como becaria Fulbright.

El camino por los parajes de la educación sigue labrando el camino y la coloca a desempeñar cargos públicos entre los que cabe destacar:

  • Secretaria Privada de la Ministra de Educación de Colombia, Cecilia María Vélez (a quien considera una de sus principales mentoras).
  • Jefe de la oficina de Cooperación y Asuntos Internacionales del mismo Ministerio y Coordinadora del Área de Políticas Culturales y Asuntos Internacionales del Ministerio de Cultura de Colombia.
  • Asesora del Cónsul General de Colombia en Nueva York, donde creó el programa ProMicro de apoyo al emprendimiento y micro empresa de los inmigrantes colombianos en Estados Unidos.

Con toda una experiencia en el campo de la educación y desarrollo económico, llega en el 2015 a ocupar la dirección de la Comisión Fulbright Colombia en uno de los mejores momentos de su vida, cuando además se estrena como madre de Santiago, un pequeño de cuatro años y medio, del cual aprende día a día sobre el valor de la resiliencia “para mantenerme en pie y evolucionar”, concluyó.

 

 

 

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