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ANTONIO PURI, Un artista trotamundos en Bogotá

En el Barrio 7 de agosto de Bogotá se ubica desde hace ya más de un año el taller de Antonio Puri; un artista de talla internacional nacido en la ciudad de Chandigarh en India y nacionalizado estadounidense posteriormente. Puri ha participado y participa activamente en diferentes exposiciones individuales y colectivas organizadas en diversos puntos del globo terráqueo, siendo representado por una gran cantidad de instituciones tanto privadas como públicas a lo largo y ancho del planeta.

 Criado a los pies del imponente Himalaya, Antonio Puri tuvo una educación en diversos internados internacionales lo que a lo largo del tiempo fue modulando su carácter. Ya desde niño comenzó a experimentar con materiales diversos y paulatinamente fue desarrollando una conciencia estética debido a sus contactos con muchas de las tradiciones artesanales de la India como el modelado en arcilla, la técnica del Batik, la talla en madera y en carbón, entre otras. A partir de los doce años comienza a pintar con óleo sobre tela para posteriormente tomar la senda del arte como modelo de vida. Puri es un artista plástico formado en España, la India y los Estados Unidos, específicamente entre las ciudades de Iowa y San Francisco; su trabajo se caracteriza por desarrollarse en formatos de grandes dimensiones (tal vez como un eco de la grandeza del Himalaya); además por plantearse una serie de problemas asociados a la luz, la naturaleza humana, la trascendencia y en última instancia el modelo arquitectónico del suizo Le Corbusier.

  Decide residenciarse en Bogotá porque observa que la ciudad se está convirtiendo en un polo de desarrollo artístico muy importante, porque este mismo desarrollo se está constituyendo en una fuente de energía creativa, y por la conexión que halla entre la capital de Colombia y su ciudad natal, a través de las propuestas modernistas de Le Corbusier. La relación afectiva e intelectual que ha establecido con los bogotanos y la ciudad es muy significativa, y ahora quiere profundizarla a través de una serie de eventos y encuentros que está planificando en su taller, y para lo cual propone una discusión en torno a la idea de “matar el arte con el arte”. Por ahora, este artista de gran formato está ocupado en su serie “100 vidas”, que proyecta de alguna manera sus relaciones vitales y sus ataduras al cliché, metaforizada a través de una progresiva transición de la escala de grises al inmaculado blanco, significando un progresivo despojo narrativo. Al mismo tiempo se encuentra ocupado en la programación de estos encuentros invitándonos a que seamos parte de esta nueva aventura.

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